Los microbios pueden existir incluso en productos aparentemente inverosímiles, como pastillas de jabón . Dado que se ha demostrado que los gérmenes y otros microorganismos proliferan en las pastillas de jabón, muchos salones prefieren utilizar jabón líquido que pueda dispensarse desde un recipiente para cada cliente. Además, las soluciones de remojo, lociones y cremas que inicialmente no están contaminadas pueden perder los conservantes que las mantienen a salvo de los microbios patógenos u oportunistas que crecen en ellas. Los cambios de color, textura, aspecto u olor pueden ser signos de contaminación.
patógenos ya han debilitado el sistema inmunitario. Estos organismos oportunistas se adhieren a la piel y el pelo y existen en el cuerpo de personas sanas. Los microbios también contaminan los sistemas de ventilación. Los gérmenes de un sistema de ventilación se propagan fácilmente por todo el salón, cayendo sobre las personas, las superficies y los utensilios, cada vez que se encienden los ventiladores. Los gérmenes no sólo flotan en el aire y se depositan constantemente en las superficies del salón, como lavabos y encimeras, sino que también pueden “hacer autostop” en la piel, el pelo y la ropa de las personas, contaminando todo aquello con lo que entran en contacto. Para evitar su proliferación, los conductos de ventilación, filtros, humidificadores y deshumidificadores deben limpiarse y mantenerse con regularidad. Investigue cualquier olor a moho, que es un buen indicio de la proliferación de microbios. Los microorganismos patógenos y oportunistas pueden proliferar en los lugares cálidos y húmedos de un salón, como los desagües de los lavabos de champú, los lavapiés y las manijas y grifos de agua caliente y fría. Los utensilios como tijeras, limas, cepillos o tenacillas pueden ser fuentes importantes de contaminación porque a menudo contienen materia orgánica, un entorno óptimo para el crecimiento de microorganismos patógenos y oportunistas. Algunas de las zonas más peligrosas de los salones de belleza son los lugares donde se guardan los utensilios o equipos de manicura contaminados, incluida la mesa de manicura y las papeleras en las que se depositan los utensilios sucios. Descontaminar el entorno Usted tiene la responsabilidad de controlar la exposición a los agentes patógenos descontaminando su entorno y sus herramientas. Recuerde que los agentes patógenos se acumulan cada vez que un objeto o superficie se expone al aire. Los pomos de las puertas, las manillas, los teléfonos, el dinero, los interruptores de la luz, las cajas registradoras... todas son superficies que tocan los compañeros de trabajo y los clientes y que pueden albergar patógenos nocivos, por lo que todas deben descontaminarse en cierta medida. La limpieza es sólo el primer paso del proceso. En las secciones siguientes se revisa el significado de saneamiento, esterilización y desinfección, términos que suelen utilizarse indistintamente, pero que tienen significados y resultados muy distintos y requieren procedimientos diferentes. Saneamiento
Combatir una infección puede ser cuestión de quedarse en casa cuando se está enfermo. Del mismo modo que debe evitar trabajar con clientes contagiosos, no debe ir a trabajar si tiene una infección, como un resfriado fuerte o la gripe.
Los microbios pueden existir incluso en productos aparentemente inverosímiles, como pastillas de jabón.
Tápate la boca y la nariz para controlar los agentes patógenos que se escapan a través de los estornudos y la tos. Otra forma de combatir las infecciones es tener cuidado al interactuar con los demás. Por ejemplo, evite causar heridas cuando trabaje con piel seca o frágil, ya que pueden producirse desgarros y roturas con facilidad, incluso al limar las uñas. Utilice siempre instrumentos abrasivos con cuidado y un tacto suave, sobre todo alrededor del lecho ungueal. el agua y el jabón no son estériles y pueden introducir nuevas bacterias y agentes infecciosos. Las manos están pobladas por organismos residentes y transitorios. Los organismos residentes son parte normal del entorno de la piel, su hábitat natural. Crecen y se multiplican en un entorno oxigenado y rara vez causan infección o dañan al individuo que es su huésped. Estos organismos no pueden eliminarse fácilmente mediante el lavado de manos. Los controles sanitarios minimizan la exposición a organismos transitorios. Estos organismos, como E. coli y Salmonella, causan infecciones peligrosas en los seres humanos. A diferencia de los organismos residentes, los transitorios no pueden vivir mucho tiempo en la superficie de la piel. Funcionan mal en un entorno oxigenado y suelen sobrevivir menos de 24 horas. Afortunadamente, estos organismos pueden eliminarse fácilmente mediante el proceso de lavado de manos, utilizando fricción, jabón y agua. Lávese las manos
El saneamiento es el nivel más bajo de descontaminación . Reduce algunos gérmenes de una superficie, pero no mata todos los organismos. El saneamiento proporciona un nivel mínimo de limpieza, protegiendo la salud pública al impedir la propagación de algunas bacterias y hongos, pero no de todos. Es importante tener en cuenta que los instrumentos desinfectados no son estériles.
El saneamiento reducirá los gérmenes de una superficie, pero no matará todos los organismos.
Lavarse las manos es como una vacuna “hágalo usted mismo.” Es la mejor forma de prevenir infecciones y enfermedades . Consta de cinco pasos sencillos y eficaces: Mojar, enjabonar, frotar, aclarar y secar. Lavarse las manos con regularidad, sobre todo antes y después de determinadas actividades, es una de las mejores formas de eliminar gérmenes, evitar enfermar y prevenir la propagación de gérmenes a otras personas.
Las encimeras y los puestos de trabajo también deben desinfectarse limpiándolos con agua y jabón; este proceso no debe confundirse con la desinfección (y no la sustituye), que requiere un limpiador desinfectante adecuado. Recuerde que el agua y el jabón eliminan la mayoría de las bacterias de las manos, el puesto de trabajo o la silla, pero no todas las bacterias ni las esporas de hongos. El término “saneamiento” se utiliza con mayor frecuencia en referencia a la limpieza de las manos. Lavarse las manos es absolutamente esencial para controlar las bacterias y la forma más eficaz de prevenir la propagación de agentes infecciosos de una persona a otra. Las manos no pueden esterilizarse, porque es imposible eliminar todos los microorganismos de la superficie de la piel. De hecho,
(http://www.cdc.gov/ handwashing/)
Unas manos limpias previenen infecciones, y mantener las manos limpias previene enfermedades en casa, en la escuela y en el trabajo. Las prácticas de higiene de manos son herramientas de prevención clave en los entornos sanitarios y de servicios humanos, en las guarderías, en las escuelas e instituciones públicas, y para la seguridad de nuestros alimentos. En los entornos sanitarios, lavarse las manos puede evitar que infecciones potencialmente mortales se propaguen de paciente
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